jueves, 30 de septiembre de 2010

40

En esta semana (por no revelar la fecha exacta), hace 40 años que nació un hermoso niño en el Sanatorio de la Milagrosa, en pleno centro de Madrid.

Padre, madre y su hermanita mayor quedaron encantados con la llegada del querubín, sobre todo cuando éste bajó de la lámpara 5 horas después de su venida a este mundo y pudieron proceder a realizar los trámites de empadronamiento y filiación.

A los 6 meses sabía leer en tres idiomas y a los 8 era toda una autoridad en ecuaciones diferenciales. Al año y medio de su nacimiento había compuesto tres sinfonías y una ópera y dos meses después había escrito un best seller bajo seudónimo cuyo título no mencionaremos por discreción.

En contra de los rumores que corren sobre su participación en la carrera espacial, Rocket (Rocketito por aquella época) no formó parte de la última misión Apolo a nuestro satélite, aunque asesoró como consultor externo al Jefe de Planificación y Entrenamiento de astronautas de la NASA.

A los tres años tenía más de 500 horas de vuelo (si bien no en reactor, hito que consiguió a los cinco años) y 4 meses más tarde había destrozado el mejor tiempo de un F-1 en el circuito de Monza.

En los siguientes años, tras realizar ocho carreras y cuatro doctorados en las más diversas disciplinas y en los mejores centros de conocimiento del mundo, trabó amistad con personalidades como Mario Vargas Llosa, Claudia Cardinale (a la que propone infructuosamente matrimonio), Stephen Hawking, Golda Meir, Marlon Brando, Bo Derek (a la que propone infructuosamente matrimonio), Richard Nixon, Adolfo Suárez, Linda Lovelace (a la que propone infructuosamente sexo oral), Pablo VI, Cocó Chanel, las cantantes del grupo ABBA (a las que propone infructuosamente matrimonio), Leónidas Breznev, John Le Carré, Los Ángeles de Charlie (a las que propone infructuosamente matrimonio), el grupo Led Zeppelin, Ho Chi Mihn, Maud Adams (a la que propone infructuosamente matrimonio), Henry Kissinger, Felipe González, Elton John (que le propone infructuosamente matrimonio o sexo oral) y “Lupita”, la cabra de la legión.

A la edad de ocho años, tras haber regresado de una secreta misión en Rabbat, y mientras realiza la arriesgadísima tarea de pelar un huevo duro en la cocina de su casa de San Tropez, resbala y se golpea la cabeza contra la puertezuela de la lavadora. A resultas de este dramático accidente sufre una conmoción cerebral masiva que, de un lado hace que pierda completa y absolutamente la memoria, y de otro le deja medio tonto de por vida. Sólo el pago del tratamiento con el total de su enorme fortuna evita una muerte que, de otra forma, hubiera sido inevitable.

Desde entonces su vida discurre de manera más discreta y menos glamourosa que en sus primeros años y hay incluso quien afirma que ha creado un blog en el que escribe tonterías y chorradas para escarnio de los tres lectores que, por pura bondad, tienen la amabilidad de leerlas.

Rocket cumple 40 añitos, ¡joder cómo pasa el tiempo!

P.D.


Estimadas señoras y señoritas, no se dejen ustedes impresionar por el 4 que comienza el dígito de mi edad. Yo no estoy viejo, sólo un poco usado...

martes, 28 de septiembre de 2010

In memoriam

Todos los días "El Tirador Solitario" era una de las primeras páginas web que chequeaba.

Para todos aquellos involucrados o interesados en la defensa ha sido una las referencias obligadas para enterarse de qué se cocía en este campo, tanto en la piel de toro como en el resto del orbe.

Contaba con una muy fiel concurrencia y era, además, fuente de nuevos contactos y guía de nuevos sitios que visitar. Gracias a "El tirador solitario" yo he podido encontrar cosas muy interesantes. Desde el entrañable tandem formado por Leónidas/El Soldadito (ahora temporalmente desconectados), hasta blogs y webs más técnicas y específicas, como la "Harka" del críptico Jorge Aspizua o el video blog de "No seas Nécora" (NSN).

Su autor no era tipo pretencioso, no trataba de sentar cátedra o crear opinión, pero consiguió tener una cierta influencia en algunos miembros de la muy estanca cúpula militar (y me refiero a ser capaz de proporcionar una nueva perspectiva a gente con estrellas de 8 puntas o sables y bastones), y lo hacía a base de sencillez, de inmediatez (era realmente bueno localizando noticias y colgándolas en tiempo record) y de sentido común, discriminando de manera correcta lo anecdótico de lo realmente importante.

"El tirador solitario", por lo poco que le conocí (apenas unos cuantos cruces de emails), no quería jugar a las guerritas, sino que era un auténtico estudioso de la defensa, la historia, la política internacional y la economía.

En realidad se llamaba Lucio, Pedro Lucio, y era un tío joven que no ha tenido mejor ocurrencia que morirse y dejarnos a sus lectores solos o, mejor aún, solitarios.

Me enteré por casualidad de su muerte la semana pasada y he de reconocer que fue un disgusto.

Como fue buen tipo, paciente, hombre cabal y cercano, le dedico esta entrada con cariño y con la pena de saber que nunca me volverá a poner al día en muchos asuntos interesantes.

Descanse en paz Pedro Lucio, "El tirador Solitario"

lunes, 20 de septiembre de 2010

Last time, baby

Poco me hacía suponer entonces que sería la última vez que estuviéramos juntos, la última vez que nos miráramos a los ojos. O tal vez sí, tal vez siempre lo supimos.

Aún no hace un año y ya me perece un siglo. Y no sabes cuánto te he echado de menos, cuanto he deseado que estuviéramos otra vez solos, tú y yo, en perfecta comunión, entendiéndonos sin hablarnos, comunicándonos sin palabras, haciéndonos un uno, un todo, un perfecto.

Pero no, claro, no puede ser. Nada es para siempre, y todo se termina. Nunca pretendí ser tu dueño, ni que lo nuestro fuera a durar la eternidad, sabíamos que nuestro tiempo era limitado, que cada día juntos era un regalo que el destino nos prestaba, un premio a nuestra constancia y fidelidad, un golpe de suerte casi irrepetible, algo que nos merecíamos pero que no nos atrevíamos a pedir por no desvelar nuestro secreto

Y me gustaba, me gustaba sentir el vértigo de poseerte, de montarte, de sentir que me sentías, de estar dentro de ti. Nada me excitaba más que oír tus bramidos, tus gemidos cuando nos lanzábamos a toda velocidad, cuando extasiados sabíamos sacar un poco más de nosotros mismos para apurar hasta el final, como animales, como máquinas.

Sí, recuerdo tus gemidos, y la sensación al oírlos de que el mundo temblaba bajo nosotros, una sensación de poder, de autoridad, de potencia. Me hacías temblar de esfuerzo, de satisfacción, de placer.

Y recuerdo también tu carácter, y nuestras discusiones, no todo era plácido entonces, cuando tú querías ir por un lado y yo por el otro. Recuerdo que nos hemos peleado más de una vez, que no estuvimos de acuerdo en más de una ocasión cuando, cabezotas ambos, no nos importaba quién nos mirara pelear. Pero siempre había reconciliación y todo era maravilloso, y suave, y dulce, y excitante, y preciso y placenteramente libidinoso.

Recordaré siempre tus esencias, tus olores, el tacto, tu tacto, con el que tantas veces me he estremecido, con el que tantas veces he soñado.

Ahora ya tenemos la confirmación, todo ha terminado, nunca más, never again, jamais.

Ahora será otro el que te disfrute y al que tú hagas disfrutar, y yo me entretendré acariciando otros cuerpos, pero no será lo mismo. Nada será igual porque siempre nos echaremos de menos.

Me dicen que soy demasiado mayor para ti, que de aquí a nada me caen los 40, que necesito alguien menos enérgico y joven, de clase más alta quizás, burguesía. Hay quien opina que ahora me toca disfrutar con otro cuerpo, que para mi es mejor, que mi espalda ya no podría soportar mucho tiempo seguir haciéndolo contigo, que tienes demasiado nervio, demasiado temperamento, que exiges demasiado de mi.

¡Bah, qué sabrán ellos!

Al menos nos quedará lo que fue. Amor y acción en toda regla.

Me permito poner una foto de ambos, es la última vez que estuvimos juntos, la última salida, la última tanda, ¿te acuerdas?


Fue en Montmeló y fue especial, quizás porque, efectivamente, ambos sospechábamos que aquella vez podría ser la última... y todo fue perfecto.



I’ll miss you baby.

P.D.

Te sienta genial la pegatina de “Asturias paraíso natural”

sábado, 11 de septiembre de 2010

11-S

Hoy hace 9 años, parece mentira.

En ocasiones, y sé que esto es un tópico, tienes la sensación de que estas presenciando algo que va a marcar un hito en la historia, que algo verdaderamente cambiará el futuro. Es evidente que ese día fue uno de esos momentos. Seguro que el lector recuerda qué estaba haciendo cuando se enteró, cómo buscó la primera televisión disponible, qué pensó, opinó, temió...

Como siempre hay quien justifica la barbarie, el sin sentido, la sinrazón y el odio amparándose en decisiones pasadas o futuras. Hay quien se encuentra cómodo justificando sus ideas o las de sus amiguetes por tal o cual acción. A esos les digo que no saben nada, no han visto nada, no entienden nada.

Los muertos inocentes no tienen causa, ni patria ni bandera, son de todos, tan nuestros como suyos, da igual si es Bagdag, Barcelona, Bombay, Telaviv, Marrakech, Madrid, Londres, El Cairo o Tokio. Eso da igual.

Mi recuerdo para todos los que se vieron afectados por aquello, mi recuerdo para los que se han visto afectados por el terrorismo donde quiera que se hayan producido atentados.

Y por cierto, el que no ha visto la cara de un americano el 11 de septiembre de 2001 no ha visto la perplejidad.

Y sí, aunque también se haya convertido en un tópico, mi recuerdo para los "chuletas" de los bomberos y los "chungos" de los policías de cualquier país civilizado, no me cabe la menor duda de que el sacrificio enorme que hicieron allí se hubiera producido en cualquier otro sitio. Parafraseando el lema de la OJE (a la que no pertenecí... ¡no empecemos!), "vale quien sirve"

jueves, 9 de septiembre de 2010

El escribiente de la Pérfida Albión

Me fui poco y llegué hace mucho pero no me había puesto a esto de darle a la tecla.

Muy brevemente, por no dejarme la piel a las primeras de cambio, diré que de todo lo que ha ocurrido en los últimos días, me ha producido especial indignación el editorial del Financial Times sobre la actitud española ante la última payasada de los tontos del culo de E.T.A.

Verán ustedes, yo mantengo una inconclusa historia de amor con el Financial desde hace mucho. Una historia de amor sórdido, agresivo y violento, desalmado y destructivo. Es un desamor hecho deseo porque me basta que abra el pico para que me hierva la sangre y entre en ese estado febril que solo los enamorados despechados entienden.

Los amo mucho más que los odio, pero los odio mucho al fin y al cabo.

Recuerdo el mes de julio del 2002, incidente de Perejil. Una vez más, el Financial Times se descolgaba con un editorial en el que despotricaba de la actitud española y achacaba nuestra pertinaz insistencia (a que nuestros vecinos del Sur no nos tocaran los perendegues) al deseo de los castellanos de hacer prevalecer su supremacía en el resto del Estado.

Tuve recortado y pegado ese editorial en el tablón de mi habitación el tiempo que permanecí en Estados Unidos, donde me encontraba por aquel entonces, y lo leí no menos de 50 veces.

Supongo que el editorialista (probablemente el director) del FT carecerá de información de primera mano para emitir, ni en nombre propio ni mucho menos en el del medio al que su pluma representa, según que opiniones, por lo que, una vez más, sospecho que será el enviado especial en España el que informará y asesorará sobre los entresijos de noticias, tendencias y realidades que por aquí se cuezan. Me pregunto dónde vive ese señor y con quién se relaciona, qué parte de la "realidad social" española vive en su día a día.

Aquel editorial era tan frívolo y disparatado como el hecho de que la opinión que contenía fuera escrita por un inglés en un medio inglés. Es probable que algunos súbditos de su graciosa majestad pretendan establecer extrañas comparaciones de casos que consideran presuntamente análogos, asegurándose, además, de que a igualdad de condiciones sea el contrario el que parezca cometer un disparate o una felonía, pero el hecho es que ellos mismos son y han sido siempre el mero espíritu de la contradicción: "Haced siempre lo que yo diga, pero no hagáis nunca lo que yo haga"

Como en su momento comenté en la bitácora que desde allí escribía a mis contactos, sólo cabían tres palabras para contrarrestar aquello: colonialismo, Malvinas, Gibraltar.

En este caso, mis amigos del FT, han vuelto a las andadas con el anuncio/chiste de E.T.A. Una vez más grupo independentista, una vez más rebeldes vascos, una vez más diálogo, acercamiento de presos, negociación, una vez más intolerancia y cortedad de miras por parte de los españoles.

Considero a mis lectores lo suficientemente inteligentes como para saber cómo va a seguir el resto de la entrada, así que la dejaré reducida a tres simples expresiones: "Ejército Republicano Irlandés", "Irlanda del Norte", "Consejos vendo que para mi no tengo".

Quede además patente, porque parece que nadie se atreve nunca a decirlo o al menos yo nunca acierto a leerlo, que el Ulster es y siempre ha sido Irlanda y que el País vasco (o en cualquier caso sus tres provincias) siempre han sido y sólo han sido España o reinos anteriores que la conformaron en su momento.

Y no es una cuestión de matiz, ni estoy dispuesto a discutir lo que es un hecho tan incuestionable como que para rebatirlo hay que remontarse a la época de los etruscos.

El FT yerra. Se equivoca siempre con España, nos mira mal y nos tiene en mala estima y peor concepto. Sigue instigando la puta leyenda negra que parecemos ser incapaces de sacudirnos de lo alto desde hace siglos.

Y créame el lector que no tengo yo nada en contra de los súbditos de S.M.Doña Isabel II. No. Pero algunos de sus medios y su radicalmente sesgada forma de entender el cosmos me tocan mucho los bemoles.

Además, su gastronomía da asco.