Navegando por internet me he encontrado con esta perla firmada por Meteko en su blog.
Me aperece lo más juicioso y aséptico que he leído sober el asunto en mucho tiempo.
Lo expresa mucho mejor de lo que yo sería capaz de hacerlo, por lo que copio-pego su entrada y les invito a leer su bitácora, que es francamente interesante.
"Primero comentar que soy un federalista
convencido desde hace muchos años. (Federalista, que no es lo mismo que
confederalista -que se lo digan a los que murieron en la guerra civil de
los Estados Unidos-). Se habría de decir a los despistados que
el federalismo, al contrario que el autonomismo, implica un sistema
cerrado (vamos, que hay unas competencias básicas de la federación que
no se discuten, y no tienen día sí día no discusiones para conseguir
mayor autogobierno o para frenarlo) y que decir federalismo no implica
más o menos competencias descentralizadas, de hecho la mayoría de
estados federales del mundo están menos descentralizados que lo está hoy
España.
Soy federalista y ver que lo que uno
cree lo mejor puede ser realizado, cuando uno lo veía tan lejano,
dándose el caso de ciertas circunstancias te hace tener la tentación de
taparte la nariz y no criticar nada si la crítica puede "estorbar" a ese
proceso. Pero he de ser sincero y creo que abrir hoy ese debate, por las circunstancias en que se hace, puede ser algo muy negativo para el país y el propio Estado Federal que sea creado.
Es decir, tirar al federalismo como
"solución" al independentismo (no digo como solución a la diversidad,
que sí sería mas razonable) sería un profundo error. Primero porque las
características de ese federalismo se diseñarían en base a unas
negociaciones con el continuo chantaje del independentismo, por lo que
no se haría en base a una racionalidad, sino a una negociación estratégica de intereses que no miran por el resultado común sino por su propio interés en vistas a distintos fines (y el independentismo no dejará de ver el federalismo meramente como un paso intermedio a su propio fin).
El resultado, podrá ser el de un inestable equilibrio entre fuerzas,
pero no el de una maquinaria que funcione bien ni que vaya a perdurar.
Además, el independentismo solo aceptará todas aquellas partes del
federalismo que le sean propicias como acercamiento a la futura
independencia, y partiendo del Estado descentralizado actual, eso
significará más debilitamiento del Estado en todos los aspectos, sin que
hubiese contrapartidas que diesen garantías de perdurabilidad al
Estado.
¿Y después qué? Conseguido el Estado
Federal (de ese modo) ¿se acabaría con el problema del
"independentismo"? Pues no, no solo no se acabaría sino que se estaría
más cerca de la independencia. De hecho es el mismo argumento
chantajista que se ha utilizado desde hace muchos años en negociaciones
de financiación (que se acababan siempre como "la mejor conseguida
nunca" para ser cuestionada a los pocos meses) o del Estatut, que se
suponía iba a acabar de una vez por todas con el independentismo y lo
que ha hecho es fortalecerlo (pues ir otorgando poder al nacionalismo es
fortalecerlo). La prueba es la falacia del Pacte Fiscal, se dice que es
por el trato económico a Cataluña por lo que se genera el
independentismo, cuando en Euskadi tienen el Concierto económico y es dónde más independentismo radical hay.
El nacionalismo en un Estado Federal haría exactamente lo que ha hecho siempre
intentaría ganar más competencias y discutiría las propias del Gobierno
Federal, para avanzar otro paso. Empezarían por decir que la
Constitución Federal no reconoce la especificidad catalana en todo su
sentido,
que la culpa de la crisis es de España Federal, que el Estatut se
incumple por parte de "Madrid", que la financiación Federal es injusta,
que la identidad o la lengua es despreciada, etc, etc....y todo ello
diez pasos más cerca de la independencia...."
Extraído de : http://meteko.blogspot.com.es/2012/09/el-contra-el-federalismo-de-un.html
Prometo no volver sobre el asunto por algún tiempo porque ya cansa, pero... ¡entiéndanlo, no podía resistirme!
Por cierto, no conozo al autor de nada, por si alguien piensa en extraños cambalaches.