No es que en lo sucesivo ésto se vaya a convertir en un videoblog, ni que yo sea uno de esos cinéfilos que se conoce cada escena de cada película de cada actor o actriz de Planet Hollywood. No. Pero no ando muy sobrado de tiempo y lo de poner un vídeo centra mucho a la hora de contar cosas.
Y la entrada de hoy es sobre los que luchan, los que no se rinden, los que perseveran.
Me reconozco una persona con una fuerza de voluntad un tanto caprichosa, soy capaz de hacer enormes sacrificios para algunas cosas y, sin embargo, no puedo dejar de fumar, o a lo peor ni lo intento, quién sabe. El caso es que siento cierta devoción por la gente que se esfuerza, en cualquier orden de cosas, en cualquier circunstancia.
Me gusta la gente que se agarra a la vida, que la esprime, que la aprovecha, que cree que un no siempre puede llegar a ser un puede y que convierte un puede en un ¡VAMOS!.
Los hay que tienen oportunidad de demostrar ese caracter, esos cojones, en circunstancias difíciles: enfermedad, situaciones económicas complicadas, pérdidas de seres queridos. Muchos de ellos tienen además ese caracter de manera permanente y despliegan esa energía en cada cosa que hacen. No se arrugan, aunque caigan chuzos de punta.
No hablo de timoratos, ni de optimistas patológicos, descerebrados que ignoran las consecuencias de sus actos o creen que un no tiene que ser un si sólo porque a ellos les de la real gana.
Hablo de ganadores natos, porque ganar no siempre es una cuestión de resultado...
viernes, 3 de abril de 2009
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