martes, 30 de junio de 2009

Camellos, orgasmos y mal gusto crónico


Debe ser que me hago mayor y empiezo a tener esa edad en la que no encontrarle sentido a las cosas, además de ser un fastidio, te predispone contra un parte de la raza humana, si no contra la totalidad. Me explico.

De entre los bodrios que uno a diario puede ver por cualquier canal de televisión, ésto se lleva, de momento, la palma. Simplemente espectacular. Lamentablemente no he encontrado en Youtube la versión en castellano, pero para lo que hay que oír nos basta con la japonesa. En cualquier caso, si alguien lo encontrara en román paladino que me lo haga saber y cambio el enlace.

Mejor lo vemos y luego comentamos…




Recapitulemos porque esto merece un análisis en profundidad.

Una adolescente de no más de 15 años viaja por el desierto con su camello que, por ventura, calza ¿zapatillas de deporte?


Cuando se dispone a beber agua, nuestra dulce protagonista, que viste con un ¿pamela? de cupletista del París del XIX, comprueba que su ¿cantimplora? color rosa está vacía, así que decide azuzar a su montura hasta llegar, al galope, a un oasis.

Ahora viene la mejor parte.

Baja, temerosa, nuestra protagonista y se acerca al oasis con pasos cautelosos. Cuando se acerca, un apuesto joven emerge del agua montado ¿a lomos? de un caballito de mar gigante. Ella camina hacia el centro del oasis y las ¿palmeras? que lo bordean, que en realidad son antropomórficas y tienen vida activa, parecen derramar ¿leche de coco? y una suerte de ¿esencia transparente?. Ésta se canaliza hacia las manos del joven efebo y de ahí hacia las de la joven damisela que inmediatamente siente como el pelo de la cabeza se le ¿eriza? y se ve envuelta en un ¿torbellino? de agua.

Por si todo esto fuera poco, del oasis emergen seis u ocho ¿sirenas? que comienzan una especie de ¿danza? mientras ella se sobetea el pelo y hace una exhibición de lo bien que le queda girando sobre sí misma y salpicando al camello y al joven, que ahora contemplan juntos el espectáculo mientras beben un ¿cóctel? tumbados en unas ¿hamacas?. La joven saluda, finalmente, a la concurrencia y se queda encantadísima de haberse conocido.

¡Joder!

Ya sé que soy ejecutivo de una multinacional y sé muchísimo de publicidad pero… ¿a quién se le ha ocurrido semejante paranoia?, de verdad que he visto el anuncio no menos de 50 veces y no salgo de mi asombro. ¿A quién se supone que va dirigido el anuncio?, ¿adolescentes no desenganchadas de Disney y su Aladino?, ¿compradoras compulsivas de LSD?, ¿porretas en trance?


Cuando investigué un poco más, por mero morbo, supe que Herbal Essences era la marca de champús que anunciaba sus productos haciendo que las modelos tuvieran orgasmos mientras masajeaban sus cueros cabelludos con el ungüento en cuestión… y eso siempre es una pista de cómo se las gasta la compañía con aquello del gusto publicitario, pero tampoco mucho.

Yo rogaría a quien pueda explicarme el sentido y finalidad del anuncio que tenga la amabilidad de hacerlo. O quizás que se invente una explicación plausible para semejante tomadura de pelos.

No he visto cosa más horrorosa en mi vida, de verdad.

No obstante, como uno no es de los que se pasa la vida delante de la caja tonta y estoy seguro que puede haber más antologías televisivas o publicitarias del disparate, propongo que a todos aquellos que apetezca, si a alguien le apetece, dejen un comentario/ejemplo de otros bodrios similares. No es que mal de muchos vaya a ser consuelo de tontos, pero quizás podamos hacer un ranking de las mayores gilipolleces vistas por televisión, y eso siempre entretiene.

De verdad de la buena que me he quedado “volado”. Palabra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pésimo... Un desastre... Odio aquellos anuncios en los que los huevos fritos hablan o bailan Ketchup Prima, desecharia los machistas, Ariel y echaria de vez en cuando los malos pero que son capaces de sacarte una sonrisa Seguros Grupama. Me quedo con los que son capaces de aflorar sentimientos Vodafone y por supuesto con aquellos que son completamente realistas HEINEKEN. Me quedo con este, sin duda para él van mis 10 points...!!!

Anónimo dijo...

(Mierda ¬¬ entonces no seré yo quien confiese que el anuncio no le parece tan malo... que el sireno metrosexual ese me hace gracia, pobrecillo, y que el camello no esta tan mal hecho, además el oasis da sensación de fresquito)

Si vaya kk de anuncio :P

eme.

Kenia dijo...

La cultura japonesa siempre ha sido adoratriz del surrealismo. Una explicación lógica es que el anuncio esté dirigido al público japonés, por eso es posible que no lo hayas encontrado en castellano. La nueva "cultura" juvenil japonesa ha llevado esa pasión por el superrealismo al extremo, es fanática de todo lo friki, los colorines y la mezcla disparatada de objetos no concordantes. Si quieres comprenderlo mejor, te recomiendo que veas una serie que por casualidad encontré un día de aburrimiento gripal soberano haciendo zapping, se llama "Bobobó" y el argumento de la misma es tan absurdo como su nombre. Otra cosa que podría ayudarte a entenderlo es buscar fotos de adolescentes japoneses, si ves cómo se visten todo encajará. A veces olvidamos que el nuestro no es el único punto de vista.

Rocket dijo...

Anónimo:

¡Hombre!, el de heineken realista, realista, lo que se dice realista...

Eme:

El metrosexual podría ser acusado de estupro en el 80% de los países del mundo, porque se le ven claramente las intenciones y ella es menor de edad. El camello es una burda copia de Old Joe (también llamado Joe Camel), el camello de Camel... éste es medio flojo y seguro que no fuma y toma té con hielo en lugar de mojitos cargados. Y el oasis da sensación de fresquito, sí, sobre todo comparado con la que está cayendo fuera.

Kenia

Pues seguro que tienes razón con lo de los nipones, pero es que el anuncio lo ví en España. Aquí la marca es Herbal Essences (ya sabes, el champú de los orgasmos) en lugar de Clairol, pero a Dios pongo por testigo que hace una semana me quedé patidifuso viéndolo en un intermedio de una serie.

Saludos,
Rocket