miércoles, 13 de octubre de 2010
Un respeto, ¡cojones!
La calle es de todos, estamos de acuerdo, y existe libertad de expresión, ¡por supuesto!, lo que al parecer no existe es educación ni respeto.
El que siga este blog, me conozca o no, sabe que no simpatizo con los políticos. No lo hago porque demuestran habitualmente que son sumisos practicantes del “pesebring”, bonito y animado deporte que cualquiera puede practicar siempre y cuando tenga la suficiente falta de escrúpulos para ello.
Tampoco me gusta Mr. Zapatero, y poco me importa si le silban, reprueban, gritan o abuchean. Todo ello siempre y cuando se mantenga un mínimo de corrección porque, nos guste o no, es el Presidente del Gobierno de España.
Pero hace falta ser malnacido para hacerlo durante el homenaje a los caídos.
No pido del lector una defensa a ultranza de las Fuerzas Armadas, ni exijo que a los militares, presentes o pasados, se les trate de manera especial, que se les tenga veneración o sumiso respeto.
No quiero que se les conceda mesas especiales en los restaurantes, ni que los niños vayan gratis a cualquier cole, no quiero economatos, ni viviendas protegidas, no pido que no se reprochen cosas a los militares o que tenga que gustar especialmente la función militar.
De verdad que no pido nada de eso.
Tan sólo pido un poco de respeto por los que murieron defendiendo al resto de españoles allí donde les ordenaron ir y luchar, o interponerse, o custodiar.
En la batalla del Ebro (pues no exigimos a nuestros muertos color o afiliación política alguna), en Herat, en Camagüey o Cavite, en Annual o el Sahara, en Hernani, en Bosnia o Haití murieron nuestros vecinos, nuestros hermanos, nuestros abuelos, ese simpático señor de bigote o aquel hijoputa que nos debía dinero. Pero por el camino, y por nosotros, se dejaron lo más preciado que se posee, la vida.
No son, no pueden ser, los momentos en que solemnemente les recordamos una excusa para gritar contra nadie, por muy mal que lo haga o que te caiga. Es una falta de educación, de respeto, que nada puede justificar.
A todos los que gritaron les diré que son unos canallas y unos sinvergüenzas. Les pediría que la próxima vez se queden viendo el desfile desde su casa, y allí hagan lo que les plazca sin molestar a nadie, cagarse en su salón o en su sofá, por ejemplo, algo que es órdenes de magnitud más educado que hincharse los carrillos gritando mientras suena el toque de oración.
Quizás precisamente hoy esté un poco más sensible de lo normal con estos temas por razones personales, pero eso no hace sino afianzarme en la certeza de que tengo razón.
Un respeto, ¡cojones!
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10 comentarios:
Pues sí, Rocket, sí. De vergüenza ajena fue aquello, y los que deberían sentirla propia ya han demostrado no tenerla. En fin...
Respecto a su penúltimo párrafo... sí, ya me imagino que hoy precisamente no está usted como para tolerar la falta de respeto a los muertos.
Un abrazo.
Apreciado Mr Rocket, permítame romper una lanza a favor de los gritones. No porque me parezca adecuado lo que hicieron, sino porque me parece en extremo compensible.
Tenga en cuenta que hay mucho malestar en el país, malestar que es difícil expresar, y cuando se presenta la oportunidad de mostrarselo a los representantes políticos, es normal que se aproveche. El nivel de desencanto y frustración de quien lleva meses y meses en desempleo, por ejemplo, es difícil de comprender por aquellos que mejor o peor tenemos el pan asegurado, aunque menguante...y el derecho al pataleo es lo único que le queda a mucha gente.
Quizá de esos lamentables hechos surja algo bueno. A mi parecer la celebración del 12 de Octubre está excesivamente "militarizada", sería posible otro tipo de celebración, otros actos que conmemorasen la fiesta nacional, y más descentralizados, que en cada pueblo o ciudad hubiese una celebración, sin que el desfile sea el único acto. Tenga en cuenta, por ejemplo, que en algunos lugares, sólo nos enteramos que es la festividad nacional, gracias a la televisión, y eso no es normal.
Mr. Rocket,
sin ánimo de ofender pero tendrá que volver a corregir el comentario puesto que "púveres" es con " B " ..púberes (de pubertad), se lo digo antes de que se entere el "estilográfica" que luego pone el grito en el cielo.
Y con respecto a la entrada tiene usted muchísima razón, dos horas de desfile dan para muchos abucheos, no creo que haya que esperar al momento más solemne del acto para hacerlo, pero en este país de pandereta así nos luce el pelo.
Enésimo rectificado en lo que va de año... ¡¡¡gkahsdgahlsdgygcVIK!!!, ¡que rabia me da, coño!
Estimado Cachalote,
Es lo primero que digo, la calle es de todos y hay libertad de expresión. No se trata de que abucheen a Zapatero, como en su momento lo hicieron con Aznar, Felipe González, Calvos Sotelo y Suárez.
Se trata de que lo hagan en justo en ese momento, lo que en mi opinión es totalmente imperdonable. Sobre si tenemos en cuenta que los que silbaban y abucheaban eran mayoritariamente de derechas, mucho más sensibles a tradiciones y honores.
Si confundimos el culo con las témporas vamos de mal en peor.
En cuanto a la celebración en sí, pues no puedo estar más de acuerdo con usted.
Yo jamás eliminaría el desfile, una de las pocas ocasiones en eque el ejército puede interactuar un poco, acercarse a la sociedad civil, pero es cierto que trataría de hacerla más cercana, que se creara un sentimiento de identificación con la fiesta y su significado.
Claro que partimos con un grave handicap, después de haber realizado una encuesta por mi cuenta con 8 púberes menores de 18 (entre 8 y 17 años) casi todos me dijeron que el 12 de octubre era... "El Día de la Hispanidad"
Mal rollito.
Saludos,
Rocket
(repito el comentario porque había puesto "royito" en lugar de "rollito" y seguro que alguna lectora se iba a reir de mis barbas)
Cachalote:
Al igual que Rocket opino que no es malo que se abuchee al Gobierno o a quien sea, pero no me parece correcto hacerlo en ciertos momentos aprovechando (violando) un silencio que es señal de respeto por quienes murieron al servicio de España.
Luego sugieres que se celebren "otros actos que conmemorasen la fiesta nacional, y más descentralizados, que en cada pueblo o ciudad hubiese una celebración, sin que el desfile sea el único acto". Estoy de acuerdo en que el desfile militar no debiera ser el único acto importante, pero lo de descentralizar esa celebración iría precisamente contra el propósito de esa fiesta, que es por la nación española y no por sus diecisiete autonomías. Creo que justamente lo que nos hace falta es unificarnos de una puta vez y dejarnos de pamplinas de "las dos Españas" y de los diecisiete reinos. Maduremos.
María:
¡Arpía! ¡Mala pécora! Estaba deseando llegar a casa para señalarle a Rocket esa falta (no pude hacerlo cuando la descubrí esta mañana), y ahora resulta que te me has adelantado. Si te tuviera delante te arrancaba la cabeza (pero con mucho cariño; no te me ofusques otra vez).
Rocket:
Si usted me quisiera algo habría borrado el comentario de la arpía y hubiese dejado intacto el anterior de usted para darme el gusto de corregirlo. Veo que no le importo nada, y sepa que estoy tristísimo por su culpa. Pero para que vea que no le guardo rencor y que soy muy buena persona no voy a decir nada de las múltiples erratas que persisten en su comentario, ni de las dos o tres tildes que faltan, ni mucho menos de escribir "de mis barbas" cuando la expresión correcta es "en mis barbas".
Ea, ahí queda eso. Quedo muy disgustado con ustedes tres.
Leónidas:
Mwjjajajajajajajaja!! (que dirías tú.)
No veas el placer que me ha dado hacerlo, jajaja!.
Mr. Rocket:
Dígale que usted es todo un caballero y jamás borrará el comentario de una dama, para complacerle a él, que hubiera andado más listo, ¿a que sí?
Besitos miles, y en especial uno de vaca untado en chocolate para el que ha llegado tarde.
¡Rocket, no se deje manipular por esta artera mujer! ¿A que usted me quiere a mí más que a ella? ¡Vengaaaa, porfiiii, diga que me quiere a mí más!
Apreciados Todos:
Temo no haberme expresado bien, por lo que puntualizaré que no pretendía justificar los hechos, sino hacer un llamamiento a su comprensión.
De la misma manera que cuando se agita una lata de refresco y luego se abre, el contenido brota y mancha todo a su paso, con el descontento sucede lo mismo. De acuerdo que es una pena, pero es lo que hay, no tiene que gustar, y no me gusta, pero lo entiendo.
Leonidas
No puedo estar de acuerdo contigo en que una única celebración, en Madrid, pueda servir para unir al país. Yo creo más bien en la necesidad de que, simultáneamente a las celebraciones oficiales en la capital, en todos y cada uno de los municipios debería hacerse algo conmemorativo, una fiesta común, de toda la nación, resaltando valores y contenidos comunes.
Si se hacen fiestas populares en carnavales, en los patronos de cada barriada, y cada vez que se tercia, no estaría de más una común, para todos, algo tangible, que no se viese por la televisión como la fiesta de los de Madrid, y que igual que cada 11 de Septiembre, hasta en el pueblo más cutre, el alcalde y las fuerzas vivas de la población hacen ofrendas florales a la memoria de Rafael de Casanovas (hablo de mi comunidad), hubiese otra, los 12 de Octubre a la memoria de los caídos por España, por ejemplo.
Esas cosas son necesarias, quizá no se vea así en resto del país, pero aquí sí. Yo tengo un amigo que cada vez que viaja al resto de España, bromea diciendo que se lleva el pasaporte (y se lo lleva, literal, lo he visto), no vaya a ser que le coja la independencia fuera Cataluña. Es una broma, sí, pero cuando el río suena, agua lleva.
Al final me voy a tener que poner serio, pero será en otro momento, que son las 20:16 de un viernes y ya he bebido demasiado. ¡Me vas a oír, Cachalote, me vas a oír, y no como cuando cantaba en la Coral Sellarès aquella!
Estimados todos (pero un poco menos),
¿Qué, de choteito a costa de los gazapos de Rocket, eh?, ¡Muy bonito sí señor, muy bonito!
¿Es que no tienen ustedes una miaja de caridad para con este cazurro?, ¡Que soy de ciencias, demonio!
¡Maldita sea mi estampa!
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