martes, 1 de febrero de 2011
Restrepo
Soy poco dado a ver documentales sobre guerras y conflictos de la actualidad.
Casi como todo en esta vida, el que realiza, o dirige, o produce (o lo que sea) el documental suele hacer que vaya impreso con su punto de vista sobre el conflicto.
Si es un activista político (tipo Michael Moore) tratará de hacer que el resultado respalde irrefutablemente sus filiaciones ideológicas.
Si es un periodista (de estos hay miles) tratará de hacerlo descarnada y descorazonadoramente realista, de forma que impacte en la opinión pública con intenciones falsamente moralizantes (lo que les interesa son las audiencias)
Si lo hace un escritor o guionista (de estos también hay a mansalva) tratará de buscar la historia humana detrás de la tragedia, normalmente haciendo que la “trama” gire en torno a civiles indefensos.
Por supuesto, también están los de carácter “oficial” que tratan de justificar los hechos y presentarlos como necesarios a la opinión pública.
Cualquiera de estas formas de enfocar un reportaje es tan válida como cualquiera de las otras, cada uno tiene derecho a contar la historia a su manera.
Sin embargo, y por una vez, he encontrado uno que me ha gustado y que, teniendo una parte de cada uno de los arriba mencionados, no se parece a ninguno en realidad.
Su título es “Restrepo” y ha sido realizado por dos periodistas que estuvieron “empotrados” con una sección de infantería americana en el Valle de Korengal en Afganistán.
Da igual si a usted no le gustan las “historias de la puta mili”, no se deje engañar por el trailer, es muy posible que disfrute de esta película/reportaje que ha ganado, entre otros, el gran premio del jurado en el festival de cine independiente de “Sundance”, sin duda alguna el más prestigioso del mundo.
Los periodistas han acertado en este caso, o al menos esa es mi opinión.
Y se preguntarán ustedes por qué me ha gustado. Bien, digamos que eso me lo reservo para mí, pero no he encontrado manipulación alguna en la hora y media que dura la película. Aunque supongo que esto será también discutible y refutable.
Déjenme que destaque solo un momento de toda la cinta. Reconozco que me hizo gracia, y es que hacía décadas que no oía el “Touch me” de Samantha Fox, (¿cuándo se ha vuelto a poner de moda que yo no me he enterado?), un contraste de humor y compañerismo (comprensiblemente salidorro) en pleno territorio enemigo.
Háganme caso y vean “Restrepo”, les ayudará a entender cómo funcionan las guerras “modernas”
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